Un equipo de la Universidad de Michigan descubrió una bacteria, Cupriavidus metallidurans, que soporta niveles muy altos de toxicidad y que puede convertir compuestos naturales en oro de 24 kilates. El proceso se conoce como alquimia microbial.
El equipo fue liderado por Kazem Kashefi, profesor de micobiología y genética molecular, y Adam Brown, profesor de arte electrónico. Juntos combinaron la investigación con una instalación de arte llamada “The Great Work of the Metal Lover”, que presenta una combinación de biotecnología, arte y alquimia. La escultura es un laboratorio portátil que produce una barrita de oro enfrente de la audiencia.
Este proceso es tardado y a larga escala sería demasiado costoso. Por esto, Brown prefirió que el trabajo se utilizara para “realizarse preguntas sobre la avaricia, la economía y el impacto al medio ambiente, enfocándose en la ética relacionada con la ciencia y la ingeniería de la Naturaleza”.
“El Arte tiene la habilidad de preguntar el impacto de la ciencia en el Mundo y ‘The Great Work of the Metal Lover’ habla directamente a estas preocupaciones científicas”, dijo Brown.
VIa: Diario Ecologico
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