El reciclaje es muy bueno y este es el tipo de cosas que lo fomentan. La nueva casa diseñada por Leger Wanaselja recibe el nombre de McGee House y está hecha a partir de más de 100 techos de automóviles.
Anualmente, millones de automóviles van a las chatarrerías, pero en lugar de eso es mejor que se los use con este tipo de propósitos. Solamente las paredes curvas están hechas a partir de los techos, y gran parte de la casa está hecha a partir de otras partes de automóviles.
Una pareja de arquitectos de Berkeley, California, decidieron construir una casa utilizando la mayor cantidad de materiales reciclados posible. ¿Los más curiosos? Más de 100 techos de auto y tejas de corteza de álamo forman parte de las paredes laterales, ventanas de Dodge Caravan para el toldo del balcón y muebles hechos con maderas y troncos rescatados de los alrededores. Una muestra de conservación y aprovechamiento de recursos, además, ¡tiene muy buena pinta!.
Con un diseño moderno y elegante, la McGee House no sólo se destaca por sus curvas y formas cuidadas, sino también por la variedad de materiales con los que se la ha construído. El objetivo: Crear una vivienda energéticamente eficiente, aprovechando los materiales disponibles en el lugar. Asi es como se utilizaron techos de más de 100 vehículos sacados del chatarrero local, que fueron cortados cuidadosamente en tiras rectangulares para revestir las paredes laterales del segundo piso. Para el mismo fin, se emplearon tejas de corteza de álamo, un material de desecho de la industria de muebles local, para cubrir las paredes de la planta baja. El balcón tiene como detalle, un toldo hecho con ventanillas laterales de Dodge Caravan, que dejan pasar la luz solar.
En el interior, también prevalece el espíritu de conservación. Todos los muebles están construídos utilizando maderas y troncos rescatados de la calle y basureros locales. El agua caliente se obtiene gracias a un calentador solar, los inodoros tienen sistema de media descarga y el cemento que usaron está compuesto en un 50% por cenizas industriales. Todo un ejemplo de cómo darle nueva vida a las cosas que ya se creían inútiles.
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